La ITE (Inspección Técnica de Edificios) es un trámite técnico que deben cumplir los edificios cuando tienen 40 años o más.
Por desgracia, mucha gente piensa que solo es un sacacuartos más, que no sirve para nada o que es otro impuesto a los propietarios.
Pero la realidad es bien distinta
Cuando un arquitecto técnico visita un edificio para hacer la ITE realiza un trabajo minucioso en búsqueda de posibles deficiencias que puedan causar daños graves al edificio; o incluso que ya los estén causando.
Es cierto que tiene un coste, pero también ahorra dinero; pues se trata de un mantenimiento preventivo. Sin duda es mejor descubrir una deficiencia pronto y ponerla remedio que esperar a que cause daños graves y después tener que gastar un dineral en costosas reparaciones.
¿Sabes cómo se hace?
En este vídeo resumo la manera en que realizo mis informes de ITE:
El IEE, más que una ITE
Como habrás visto en el vídeo, actualmente ya no se hace la ITE, sino que se hace el IEE (Informe de Evaluación del Edificio), donde además de la ITE se realiza el Certificado Energético del edificio y se evalúa su accesibilidad.
¿Sigues pensando que es un sacacuartos?
A lo largo de los últimos años habrás visto noticias en las cuales se hablaba de edificios derrumbados en Madrid:
“Se derrumba gran parte de un edificio de viviendas de Madrid”
“Desalojadas 12 familias en Madrid por el derrumbe de otro edificio”
“El edificio de Tetuán se derrumbó por ‘fatiga de los materiales’”
Y estoy seguro que esos edificios seguirían en pie si se hubiese realizado un buen mantenimiento de los mismos. De hecho ante esta escalada de derrumbes los ayuntamientos están pensando en modificar el proceso de la ITE para hacerla más intensa y efectiva.
Por tanto en la ITE se encuentra el antídoto anti-derrumbes.
Reflexión de aparejador
En muchas ocasiones, sobre todo en tiempos de crisis, queremos ahorrar el máximo a la hora de hacer obras en nuestro edificio. Por eso, a la hora de contratar una empresa, únicamente se evalúa su presupuesto, sin tener en cuenta nada más: conocimientos, experiencia, medios técnicos…
Y por eso, también, se desestima la contratación de un técnico para dirigir esas obras. No tanto porque sea caro, que no lo es, aunque suponga un coste; sino porque el técnico pone en evidencia las deficiencias que existen en la obra: si los medios de seguridad son incorrectos, revisa las estructuras en búsqueda de fallos, reclama una construcción de calidad, duradera en el tiempo y que evite problemas…
Y, claro, como eso encarece bastante la obra. El técnico resulta una presencia incomoda a evitar.
Pero lo barato sale caro
A lo largo de mi trayectoria profesional me he encontrado multitud de situaciones en las que las comunidades de vecinos solicitaban mis servicios para evaluar unas obras mal hechas o dirigir las obras de reparación de una cubierta recién reparada (ahora sí querían un director de obra!!!), valoración de daños causados por obras mal hechas….
Yo siempre recomiendo consultar a un arquitecto técnico antes de realizar una obra
Incluso aunque te parezca que no lo necesitas. Que no te tenga que decir eso de: “Te lo dije…”