A la hora de que una persona decida construir una casa resulta muy común olvidarse de la “dirección de obra”.

Cuando alguien está pensando en hacerse una casa lo más habitual es que comience por buscar un arquitecto que le guíe durante el proceso; si bien, también, es muy común (sobre todo en los pueblos) buscar un albañil/constructor para que haga todo ese proceso.

Pero nadie (o casi nadie) piensa en la dirección de la obra.

¿En qué consiste una dirección facultativa de obra?

Pues básicamente en controlar que el proyecto que ha diseñado el arquitecto se ejecute tal cual; y que se guarden las debidas normas de seguridad en la obra.

¿Pero eso no lo hace ya el arquitecto?

Efectivamente un arquitecto (generalmente el mismo que realizó el proyecto) forma parte de la “dirección facultativa”, pero también es necesario contar con un arquitecto técnico o aparejador.

La “dirección facultativa” está compuesta por dos técnicos, un arquitecto que realiza la “dirección de obra” y un arquitecto técnico que realiza la “dirección de ejecución de obra” y la “coordinación de seguridad y salud”.

¿En qué se diferencia la “dirección de obra” de la “dirección de ejecución de obra”?

Pues el arquitecto, director de obra, revisa todo lo relacionado con la geometría de la obra así como la adecuación al urbanismo y la estética (materiales, texturas, colores, formas…); mientras que el arquitecto técnico (director de ejecución de obra, se centra en la calidad de los materiales (comprobando fichas técnicas o, incluso solicitando ensayos), y en la ejecución de los trabajos: que las armaduras de la estructura estén bien colocadas, que cada unidad de obra se ejecute de acuerdo a las normas de la buena construcción, revisando detalles constructivos para evitar futuras patologías… De manera que una vez terminada la obra no aparezcan patologías propias de una mala ejecución.

¿Qué es eso de la coordinación de seguridad y salud?

Pues se trata de controlar que la obra cumpla con unas medidas mínimas de seguridad para evitar accidentes de trabajo.

Este servicio es más importante de lo que parece a priori, pues en caso de accidente, el promotor es responsable subsidiario de ese accidente, incluso a nivel penal y económico…

Por tanto, es vital que las obras de tu casa se desarrollen sin incidentes.

El coordinador puede ser tanto el arquitecto como el aparejador (arquitecto técnico), si bien lo más corriente es que sea el propio arquitecto técnico, pues suelen estar más especializados.

Su labor consiste en comprobar que las medidas de seguridad sean correctas y que la empresa contratista disponga de toda la documentación al día (plan de seguridad, apertura del centro de trabajo, alta de los trabajadores (autónomos o contratados)), etc…

El coordinador de seguridad y salud, tiene pleno poder para paralizar la obra en cualquier momento siempre que exista un peligro grave e inminente derivado del incumplimiento de la normativa en seguridad laboral.

Pero, si mi casita es muy pequeña y sencilla. ¿Por qué tengo que contratar dos técnicos?

Bueno, pues porque así lo dice la LOE (ley de ordenación de la edificación)

Y porque se lo van a requerir bien por el ayuntamiento del municipio o por la diputación provincial.

Otro gasto más… ¿eso cuánto cuesta?

Pues el coste del proyecto y la dirección facultativa dependen del montante de la obra a realizar.

El conjunto de estos servicios técnicos: proyecto + dirección de obra + dirección de ejecución + coordinación de seguridad y salud; ronda el 10% del PEM (presupuesto de ejecución material). Correspondiendo el 70% para los servicios del arquitecto (PRY+DO) y un 30% para el arquitecto técnico (DEO+CSS).

Soy consciente de que un 10% en el montante de una obra es un dinero, pero debes tener en cuenta que son labores que, bien hechas, llevan bastantes horas de trabajo y de su buen hacer dependen la calidad de la obra ejecutada.